Lunes 25 de noviembre 2024

“Abuelo, ¿qué es la polio?”

Como es costumbre. Manoucher Shoaie, a través de su prosa inconfundible, amena, docta, nos enseña mas de La Polio y de la historia de Rotary.



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En el año 1995, en la plaza “World Trade Center” en Denver, Colorado, EE. UU. Se inaugura una estatua de bronce de dos metros de altura que se la llama “La Estatua de Sueños”, el sueño de un mundo libre de la poliomielitis. En ella se resalta la figura de un hombre mayor que tiernamente sostiene a un niño en sus brazos poniendo dos gotas de la vacuna en su boca, a la mirada curiosa de dos niños, uno blanco y el otro, negro, como si esperaran su turno de recibir la vacuna.

 

  1. minutos después del último discurso de la dedicación, relata el reportero Cary Silver, quedando la plaza vacía y la estatua sola, un hombre canoso tomando la mano de su nieta rubia de unos seis años observa el monumento y lee la plaqueta: “Esta estatua simboliza el compromiso de innumerables rotarios que están haciendo realidad su visión, y del mundo, un lugar más saludable para millones de niños”. Entonces mira a su nieta y le dice solemnemente:”¡Sara!, eres afortunada que no vives en tiempo de la polio”. “Abuelo, ¿Qué es la polio?”, le pregunta asombrada la nieta.

 

Aunque la estatua de la plaza de Denver es un tributo a miles de personas que dieron y están dando su tiempo y energía para luchar contra la polio, pero, según Silver, principalmente es el resultado de la inspiración y la visión perdurable de un solo hombre, Grant Wilkins (1926-2018) quien fue un sobreviviente de la poliomielitis. En 2017, él escribió su autobiografía bajo el título “Dos Gotas que Cambiaron el Mundo” refiriéndose a la la vacuna contra polio. Cuando Rotary Internacional en 1985 decidió ingresar en la arena contra la polio, Grant fue el mejor guerrero en ese campo de batalla ya que nadie como él, entre sus compañeros rotarios, tenía la experiencia propia de haberse confrontado con la “enemiga”.

 

Wilkins cuenta en su libro que cuando tenía 25 años, un día no pudo tragar la comida; se paralizaron los músculos de su garganta. Los médicos encontraron el virus de la polio en su líquido cefalorraquídeo. Bajo cuidados intensivos pudo recuperar su salud. “Pero mientras agradecía a Dios por Su misericordia hacia me” escribe Grant, “mi mujer se enfermó; me había visitado en el hospital… tenía polio y dentro de 24 horas fue paralizada desde el cuello hasta los pies”.

 

Durante dos años y medio se quedó en un pulmón o una cámara acondicionada que cubría su cuerpo; luego con un nuevo invento, un respirador portátil, pudo vivir otros once años. Durante estos trece años de tristeza y sufrimiento para Willkins, la permanente sonrisa en los labios de mamá fue la inspiración de la familia y de los amigos; estando en la cama pudo criar a sus tres hijos con la ayuda de los familiares, les enseñó amar la música, aprendió a pintar sosteniendo el pincel por la boca, impresionando a todos por su voluntad de sobrevivir.

 

Un año después de la parálisis de los Wilkins, en 1952, Jonas Salk creó la primera vacuna inyectable contra la polio. En ese entonces hubo unos 58.000 casos de contagio en los EE. UU. con un resultado de 3.000 muertos y más que 21.000 afectados con algún grado de parálisis. En 1957, la incidencia de la enfermedad había bajado 90%.

 

Pocos años más tarde Albert Bruce Sabin (1906-1993) con ayuda de los científicos de México, los Países Bajos y la Unión Soviética desarrolló la vacuna vía bucal que inició su aplicación en 1958 y se generalizó desde 1964. “Antes de su masiva utilización, Albert Sabin se administró la vacuna a sí mismo y al resto de su familia”.

 

Con la vacuna oral, se presentó la oportunidad de una campaña global contra la enfermedad, entonces se creó en 1988 la “Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis”, encabezada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rotary Internacional (RI), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Fundación Bill y Melinda Gates desde el año 2007.

 

En el año del inicio de la campaña, 1988, hubo 350.000 casos en 125 países donde la polio fue endémica. En enero 2018 solo hubo 22 casos en dos países, lo que representa una reducción de más de 99,9 por ciento. Por medio de esta gran alianza, se ha inmunizado a más de 2.500 millones de niños contra la poliomielitis en más de 200 países gracias a 20 millones de voluntarios, con una inversión de 8.000 millones de dólares. Sin esta iniciativa, 17,4 millones de personas que actualmente son saludables, pudieron haber sido paralizados.

 

“El Día Mundial de la lucha contra Poliomielitis”, el 24 de octubre, según Wikipedia, fue establecido por Rotary International, miembro activo de la Iniciativa, “hace más de una década para conmemorar el nacimiento de Jonas Salk, quien dirigió el primer equipo para desarrollar una vacuna contra la poliomielitis”.

 

En esta fecha los 1.200.000 rotarios del mundo renuevan su compromiso de enfocar la aplicación de su lema: “Dar de sí antes de pensar en sí” a este noble propósito con sus recursos y su servicio voluntario, e invitan a todos los ciudadanos y organizaciones a prevenir el sufrimiento de centenares de niños por medio de sus donaciones, su voluntad de concienciar a la población al respecto, o ser defensores de la erradicación de la polio.

 

Las dos gotas no sólo cambian al mundo, sino también a quien comparta el dolor de los niños paralizados que han perdido su libertad de moverse; gotas que transforman el corazón de quien propicia la alegría a un niño de poder correr y jugar en el prado de su vida.

 

Estamos muy cerca del momento en que cualquier Sara de cualquier rincón del planeta preguntara asombrado: “¡Abuelo!, ¿qué es la polio?

 

 

*Manoutchehr Shoaie ([email protected]) es miembro del Rotary club Amboro, Santa Cruz y de PEN, Santa Cruz, filial del PEN Internacional.

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