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Por Manoucher Shoaie*
Una de las cuatro prioridades del plan estratégico, la más desafiante, es “incrementar nuestra capacidad de adaptación”.
Creo ningún rotario se ha olvidado que, cómo ante la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, no solo toda la familia de Rotary demostró su gran capacidad de adaptabilidad a las exigencias apremiantes de esos años, sino también RI adaptó, oportunamente su infraestructura y su capacidad organizativa a la atención de los afectados y aplicó sus vastas experiencias en la vacunación contra la polio, durante el tiempo que duró la pandemia.
Pero, en el pasado también hemos tenido otras notables adaptaciones de Rotary a los cambios de la época que todavía requieren mayor consolidación y aceptación mental y emocional y que son serios desafíos para los clubes y sus directorios; por ejemplo, el ingreso de los jóvenes, de la mujer y su acenso a espacios de toma de decisiones, como en los cargos distritales e internacionales.
A fin de conocer a qué desafíos se enfrenta un directorio, consideremos algunos enunciados o parámetros establecidos por RI. Con los elementos incluidos en estos parámetros, el directorio puede construir, si así podemos llamarlo, un marco conceptual para conocer tanto sus retos como las decisiones y acciones que estos requieren.
El primer parámetro que hay que tomar en cuenta es la visión de Rotary declarada en 2017. ¿Por qué es importante la visión? Es importante para que no sea que construyamos escaleras perfectas, pero las colocamos en el techo equivocado. “Si no hay visión el pueblo perece…” sostiene la Biblia.
Un segundo parámetro es la declaración de RI sobre la diversidad, equidad e inclusión (DEI) La declaración incluye a nuevos segmentos o sectores de la sociedad y afirma que: “Rotary valora la diversidad y celebra las contribuciones de personas de todas las procedencias, independientemente de su edad, etnia, raza, color, facultades, religión, estatus socioeconómico, cultura, sexo, orientación sexual e identidad de género”. Actualmente cuando nos referimos a la “diversidad” solo planteamos el ingreso de las mujeres y los jóvenes y no tomamos en cuenta otros componentes mencionados en la declaración.
El tercer parámetro es: Las cuatro prioridades del plan estratégico, mayor impacto, alcance más amplio, mayor involucramiento y adaptabilidad.
Y el cuarto parámetro tiene que ver con los resultados de algunos estudios por RI que demuestran que casi un tercio de los socios abandona a Rotary por factores de costo y tiempo, y casi dos tercios por el ambiente del club y las expectativas insatisfechas.
El primer desafío: En Rotary, desde hace una década, se advierte que la más urgente es responder al reto del incremento de la membrecía. Sin embargo, el estancamiento de la membrecía es solo un síntoma de las causas de abandono, las que son las mismas que obstaculizan el ingreso de los socios potenciales.
Entonces el principal reto del directorio es contrarrestar o eliminar estas causas creando un ambiente de acuerdo a las pautas ya mencionadas y satisfacer las expectativas de los socios.
Algo positivo que nos enseñó la pandemia, es que los problemas actuales son globales y requieren soluciones globales, lo que es confirmado por el “Instituto de Economía y Paz” (IEP). El instituto insinúa que para llegar a estas soluciones globales, entre otras cosas, debemos renovar nuestras maneras de pensar y actuar, si queremos lograr tanto solucione globales para construir la paz, como en su proceso complementario, es decir la aplicación de la declaración de la diversidad, equidad e inclusión (DEI).
El segundo desafío: La aplicación de DEI, es uno de los retos más grandes para el directorio, porque exige tener una conciencia en la unidad de la raza humana. Paul Harris decía que a medida que las mentes abrazan una visión mundial, los corazones también “deben expandirse a una concepción de amistad que incluya a todos los hombres”.
La conciencia toda inclusiva mencionada por el fundador de Rotary, exige tener una mentalidad de la ciudadanía mundial, lo que significa ver la belleza de la diversidad tanto en nuestra familia como en nuestro club y nuestra comunidad; implica revisar y reconocer nuestros prejuicios y estereotipos con respecto a la mujer, el joven, otras culturas, clases sociales, razas y religiones, distintas a las nuestras; requiere una mayor lealtad a la familia humana; en resumen es “dar la bienvenida a todos al jardín de la humanidad”.
Si en forma proactiva fomentemos la representación demográfica de nuestras comunidades en nuestros clubes, de seguro, transformaremos su ambiente, y vamos a atraer a los rotarios y rotaractianos potenciales, respondiendo a las expectativas de los socios y evitando la renuncia de los actuales.
El tercer desafío: Un liderazgo que comparte su poder. El directorio recibe su poder de los socios y solo tendrá creatividad y credibilidad mientras comparte el poder recibido con quienes lo han elegido. Un liderazgo que no empodere a los miembros de su club o de las comunidades a las que sirve, se desvanece, se desacredita, porque este, el directorio, es como un árbol que recibe sus nutrientes del suelo pero debe compartir sus hojas con él para nutrirse de nuevo.
Cuando el directorio empodere a los miembros de su club, trasladará su potencial a las comunidades particularmente a las mujeres y niñas, como nos pidieron los Presidentes Internacionales en el pasado y nos pide el actual, Gordon McInally. Cuarto desafío: Convertirse en la minoría creativa. Si Rotary Internacional como una organización es o en el futuro se convertirá en una de las minorías creativas para crear un mundo pacífico, cada directorio sería la minoría creativa del club y juntos con otros socios del club, podrían llegar a ser la de su Distrito Rotario.
La Única manera de mantener su credibilidad, es responder al reto de “Crear un ambiente acogedor que abarque la diversidad, la transparencia, la comunicación abierta, la innovación, la flexibilidad y la adaptabilidad”.
El directorio de un club rotario sabe que respetando la diversidad de perspectivas y opiniones, su liderazgo es ajeno a una “autoridad dictatorial, sino, una de la camaradería humilde; no por el poder arbitrario, sino el espíritu de consulta franca y amorosa”1. Así, el club se vuelve un espacio donde reina la comprensión humana, la humildad, el respeto al derecho de expresión y la aceptación gozosa de la decisión de la mayoría.
El quinto desafío: Hay un desafío más, llegar a ser conciencia del club. Cualquier directorio para convertirse en una minoría creativa, debe ser la conciencia de su colectivo; es decir debe conocer y comprender las flaquezas y fortalezas de los miembros. Su desafío es consolidar las fortalezas y convertir las debilidades en estas.
En muchos círculos de personas diversas, algunos miembros son, como decía un educador, como las mandíbulas, otros como los puños, otros como la columna vertebral. El directorio es la columna vertebral del club. Es el sol de este, siempre dando luz y guía para el desarrollo de las capacidades de los socios y el mayor empoderamiento de ellos y de la comunidad en cuyo progreso está involucrado.
Esperamos que el nuevo directorio sea la columna vertebral y el sol que brille por sus respuestas oportunas a sus desafíos y por sus nobles esfuerzos de materializar “Crea esperanza en el mundo”, tanto en el club como en el distrito, la región, y la humanidad toda.
¡Muchas felicitaciones!
*Manoutchehr Shoaie es socio honorario de Rotary Club Amboro, Santa Cruz, Bolivia
[email protected] Tel. nro. 591 61328745 – julio de 2023