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Cuando el supertifón Odette causó estragos generalizados en la región central de Filipinas en 2021, una interactiana de 17 años recorrió a pie las carreteras cubiertas de escombros para subir a una colina desde la que pudo captar suficiente señal telefónica para solicitar ayuda.
Apenas un año antes, Chynna Dorado había fundado el Club Interact de Metro Mandaue en su ciudad natal de Cebú, una de las zonas más afectadas. Pero ella ya contaba con una red de amigos interactianos en otras regiones de Filipinas en los que sabía que podía confiar. Juntos, organizaron una respuesta a gran escala que recaudó dinero y distribuyó alimentos, kits de higiene, medicamentos y agua potable a más de 1000 familias en varias ciudades e islas.
Al mismo tiempo que desempeñaba esta labor, Dorado tuvo que lidiar con el impacto personal de la tormenta, que provocó deslizamientos de tierra que dañaron su hogar.
Así que Dorado recurrió a interactianos de otras partes del país menos afectadas. En primer lugar, tuvo que encontrar una manera de llegar a ellos ya que no había electricidad y muchas líneas de comunicación estaban cortadas. «Internet era la mejor opción en lugares situados a gran altitud», explica. «Así que para obtener unos minutos o una hora de señal, tenía que subir a una colina. Y tuve que hacerlo a pie porque no había gasolina para los autos, y los árboles caídos bloqueaban las carreteras».
Ella trabajó con sus compañeros interactianos para crear gráficos y compartirlos en las redes sociales, contactar con empresas para solicitar donaciones, encontrar organizaciones sin ánimo de lucro con las que colaborar y comunicarse con interactianos en el extranjero. Otros clubes Interact del país organizaron campañas de donación y captación de fondos en sus escuelas y comunidades. Los interactianos recurrieron a sus familias, incluidos algunos padres rotarios y sus clubes, para que se ofrecieran como voluntarios junto a ellos.
Según explica Dorado, esas conexiones y sus aptitudes para la comunicación les permitieron movilizarse rápidamente. «Algo que los interactianos saben hacer muy bien es establecer contactos y comunicarse entre sí», dice. «Tienen esa creatividad. También es un factor importante nuestro dominio de la tecnología».
Más de un año después, Dorado cursa el último año de secundaria y forma parte del Consejo Asesor sobre Interact, el cual colabora con la Directiva de RI. Algunos de sus objetivos son animar a más rotarios a fundar clubes Interact en sus comunidades y a descubrir de qué manera los interactianos podrían colaborar estrechamente en los proyectos gracias a sus conocimientos, ideas y perspectivas.
Desde que Dorado lanzó su club, se fundaron otros cuatro en el área de Cebú. «Ahora somos más visibles para los clubes rotarios», afirma. «Y sin duda, ahora saben que los interactianos pueden generar un gran impacto".
Para la mayoría de los pacientes con cánceres de la sangre potencialmente mortales, como la leucemia, el trasplante de médula ósea puede ofrecer una cura potencial. Pero encontrar donantes compatibles es todo un reto, y las probabilidades son especialmente escasas para las minorías étnicas, que no suelen estar tan bien representadas en los registros de posibles donantes.
Por eso, los socios del Club Interact de Silicon Andhra, California, se emocionaron cuando un asistente a su primer seminario web sobre sensibilización de donantes se inscribió y un mes después recibió la noticia de que era compatible con una persona con cáncer que necesitaba un trasplante. «Me fascina, porque todo comienza con el concepto algo difuso de que podrías salvar una vida», señala Aaditya Ravula, presidente del club 2021-2022. «Pero esto lo hizo muy concreto, muy real. Esa es una persona, como tú o como yo, que al acabar de ver este seminario web se inscribió y tuvo la oportunidad de decir sinceramente: ‘He salvado la vida de alguien’».
El club, ubicado en el Área de la Bahía de San Francisco, y su club rotario padrino del mismo nombre iniciaron una campaña conjunta para crear conciencia sobre la importancia de registrarse para donar células madre, que permiten a la médula ósea formar nuevas células sanguíneas. Se centraron en los inmigrantes procedentes del sur de Asia, un grupo que está especialmente infrarrepresentado entre los donantes potenciales, los cuales envían muestras de frotis de mejilla para ser incluidos en el registro.
Mediante seminarios web, puestos de información en eventos comunitarios y otras iniciativas, el club Interact insta a la gente a inscribirse en el registro de donantes administrado por Be the Match y desmiente ideas erróneas sobre la donación.
Interactianos aportan entusiasmo e ideas frescas a la campaña de concientización, explica Sneha Vedula, la rotaria que se desempeña como asesora de Interact. Una interactiana incluso cantó música clásica del sur de la India durante su presentación. Vedula cree que los interactianos pueden ser más persuasivos que los rotarios de más edad cuando se trata de llegar a posibles donantes en la franja de edad objetivo (de 18 a 35 años). «Es debido a su honestidad y su pasión», afirma.
Los interactianos también se benefician de su relación con los rotarios. Ravula dice que ahora le resulta más fácil salir de su zona de confort a la hora de abordar a las personas para entablar una conversación. Ahora, como estudiante de primer año en la Universidad de California, Davis, dice que aprender sobre el tema de la donación de células madre contribuyó a su decisión de dedicarse profesionalmente a la oncología.
Los socios del Club Rotario de A-Kong-Dien, Kangshan (Taiwán) sabían que querían hacer un proyecto de limpieza de litoral a lo grande. Se trataba de limpiar un kilómetro de costa urbana en la gran ciudad portuaria de Kaohsiung. En el proyecto participarían unos 1500 voluntarios, se necesitarían autobuses para transportarlos, así como camiones de comida y otros vendedores.
Así pues, los rotarios solicitaron la ayuda de los interactianos del club A-Kong-Dien que apadrinan, y unos 100 de ellos participaron en la jornada de limpieza de septiembre. También participaron en la planificación del evento. «Tenemos un dicho: ‘Es bueno ser joven’», explica Lawrence Tsai, presidente del Comité Distrital de Interact del Distrito 3510. «Muchos de nuestros rotarios tienen 50, 60 o 70 años. Los interactianos son jóvenes y dinámicos. Así que aportaron energía al evento».
Muchos de ellos tenían padres y abuelos rotarios, por lo que varias generaciones trabajaron codo con codo. Tsai dice que los interactianos se ofrecieron como voluntarios para realizar tareas que requieren una mano de obra intensiva como llevar agua embotellada y otros equipos. Muchos también se mostraron dispuestos a fotografiar el evento, añade Tsai.
Entre ellos estaba el interactiano Liu Fang Ci, quien disfrutó de la oportunidad de «sentirse útil y marcar la diferencia». A él le sorprendió que los rotarios solicitaran la opinión de los interactianos en lugar de limitarse a decirles lo que tenían que hacer. «Podemos aprender de los rotarios a no tener miedo de hablar con los adultos y compartir nuestras opiniones», afirma.
Tsai alienta a los clubes de su distrito a incluir a los interactianos en sus proyectos y eventos. Su razón principal: Ellos son el futuro de Rotary.
Este artículo fue adaptado del publicado en el número de mayo de 2023 de la revista Rotary.