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Con un contrato discográfico en el bolsillo, Gaby Moreno se trasladó a Los Ángeles cuando aún era adolescente. Ha compartido escenarios con Bono, Andrea Bocelli, Tracy Chapman, Ani DiFranco y Buena Vista Social Club, y da voz al tema principal de la serie televisiva Elena de Avalor, la primera princesa latina de Disney.
Pero una de las actuaciones más emotivas para la cantautora nominada a los Grammy tuvo lugar en febrero en una pequeña aldea de Guatemala, su país natal. Más de 100 alumnos de una escuela de la localidad de Chajalajyá cantaron y agitaron los brazos mientras Moreno interpretaba su éxito «Fronteras» con una guitarra prestada. (La canción apareció en un anuncio publicitario de alcance nacional de Pepsi y es conocida por todo el país). Después de un bis propiciado por los gritos de «otra, otra» de los niños, estos acudieron en masa a tomarse fotos con ella.
Moreno visitó Guatemala acompañada por Jennifer Jones, presidenta de Rotary International, como parte de la Gira Imagina el Impacto diseñada por Jones para crear conciencia sobre algunos de los proyectos de Rotary de mayor impacto, sostenibles y escalables. Juntas, visitaron escuelas que reciben apoyo del Guatemala Literacy Project (Proyecto de Alfabetización de Guatemala), uno de los mayores proyectos multiclub y multidistrito de Rotary. Desde 1997, el programa de lectura ha recibido 48 subvenciones de La Fundación Rotaria por un total de 6,5 millones de dólares, y en él han participado más de 800 clubes de casi 100 distritos rotarios. (Consulta el número de septiembre de 2022 de la revista Rotary para obtener más información sobre el proyecto).
Si bien esta fue la primera vez que Moreno viajaba con Rotary, ella conoce la organización desde hace mucho tiempo: Tanto su padre como su tío son socios desde hace más de 30 años. «Recuerdo cuando era pequeña y veía a mi padre viajar a distintas comunidades de Guatemala para prestar ayuda. Lo que hizo me pareció bonito y generoso. Es maravilloso y desinteresado», apunta.
Moreno es embajadora nacional de UNICEF, la primera de Guatemala. Además, también colabora con una organización guatemalteca sin ánimo de lucro fundada por sus tíos que ayuda a niños ciegos y sordos, y ha donado computadoras a una escuela a través de otra organización sin ánimo de lucro. «Incluso le pusieron mi nombre al aula», añade. «Fue un gesto muy dulce».
A lo largo de la gira, Moreno animó a los estudiantes a esforzarse para conseguir sus sueños. «Todo comienza con un sueño. Si no tienes un sueño, no tienes nada », explica. «De pequeña, mi sueño era la música. Me esforcé. Y nunca lo abandoné. De una manera u otra, surgirá una oportunidad y tienes que aprovecharla».
Moreno, quien actuará en la Convención de Rotary International 2023 en Melbourne, habló con Briscila Greene, especialista regional en comunicaciones de Rotary International, el día después de su visita a la escuela en Chajalajyá.
¿Cuál ha sido para ti el momento más memorable de este viaje?
Ha habido muchos, pero uno de mis favoritos fue cantar para los niños. Escucharlos cantar mi canción y ver la alegría y la emoción en sus caras fue realmente conmovedor.
Sin duda fue un momento mágico.
Les enseñé el estribillo de la canción, pero no podía creer que muchos de ellos se la supieran toda. También cantaron las estrofas. Siempre me resulta increíble ver cómo mi música puede llegar a tanta gente y a tantos niños, y cómo pueden hacer suya la canción. Puedes verlo en sus ojos cuando la cantan. Es precioso.
Háblanos sobre las personas que conociste y del impacto que esto ha tenido en ti.
Ayer visitamos un laboratorio informático. Me senté con una de las estudiantes. Jugaban a utilizar un ratón para arrastrar iconos y hacer que se moviera un pequeño robot. Era un juego de codificación, y era difícil, incluso para mí. Pude ver que estaba muy interesada y que disfrutaba de la experiencia de aprendizaje. Es increíble cómo desarrollan estas habilidades. Sé que todos tienen mucho potencial. Pueden llegar a ser algo mucho más grande. Pueden soñar con ser lo que quieran. Todo empieza con la educación y con proporcionarles las herramientas tecnológicas.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido hasta el momento?
Siempre me sorprende la cálida bienvenida que recibes cuando visitas estas comunidades. Hacen que sea una gran celebración. Siempre es una gran sorpresa para mí cuando cantan mi nombre, es tan dulce. Me alegra el corazón. Me hace desear hacer más por estas comunidades. Puedes sentir la gratitud. Y me siento muy agradecida por poder estar allí con ellos.
¿Cuál es tu impresión sobre el impacto de Rotary sobre el terreno en Guatemala?
Esta es la primera vez que trabajo sobre el terreno con Rotary. Ha sido una hermosa experiencia ver de primera mano su labor y el impacto que esta ya ha tenido en los niños.
Ayer conocimos a dos chicas, Joselyn y Jáckelyn, que se graduaron de uno de los programas de computación. [Para más información sobre su historia, consulta el número de septiembre de 2022 de nuestra revista]. Conocimos a un profesor llamado Diego Yojero que también se graduó de este programa. Él fue a la universidad, volvió y ahora enseña en esa aula. Es hermoso ver cómo exalumnos ahora retribuyen a su comunidad. Es inspirador, realmente lo es, ver que el programa cambia vidas. Ellos saben que ahora disponen de muchas oportunidades, que pueden salir ahí fuera y perseguir sus sueños. Queremos eso mismo para todos y cada uno de los niños. Estoy muy agradecida a Rotary y a CoEd [entidad colaboradora sin fines de lucro Cooperación para la Educación], por esta iniciativa.
¿Qué conclusiones has sacado de este viaje?
Mi conclusión personal es que quiero hacer más. Quiero involucrarme más con estas organizaciones. Quiero regresar a Guatemala y ayudar a estas comunidades en todo lo que pueda. Me rompe el corazón observar su realidad, la forma en que viven. Aquí en Guatemala mucha gente carece de recursos, y todavía hay mucha gente que no recibe la educación que merece. Quiero utilizar mis plataformas para que la gente conozca la labor que se está llevando a cabo aquí y, con un poco de suerte, inspirar a otras personas a involucrarse.
Grabaste un álbum para niños con Unicef. Háblanos sobre ese proyecto.
Soy Embajadora de Buena Voluntad de Unicef en Guatemala desde hace unos tres años. Me hicieron este honor justo antes de que empezaran la pandemia y los confinamientos. Al principio fue un poco frustrante porque no encontrábamos la manera de colaborar. Entonces se nos ocurrió la idea de hacer aquello que más me gusta, que es la música, y llevar música y alegría a los niños. Decidí producir un álbum llamado ¡Cantando Juntos! Quería que fuese por y para los niños. Escribí la mayoría de las canciones y también lo produje, pero hice que lo cantaran niños, porque cuando era pequeña me gustaba mucho escuchar cantar a los niños. Eso me animó más a cantar.
Algunas de las canciones de este álbum son canciones que escuchaba de niña. Una es una canción que escribí cuando tenía 10 años. Se llama «Sé positivo» y trata de mantenerse positivo en la vida. Hay mensajes de esperanza, de amor, de amistad. Hay mensajes sobre la nutrición: «Sopa de letras» es una canción que me encantaba de niña, y que habla sobre todos los alimentos maravillosos que puedes probar, como las frutas y verduras. «Mi planeta» habla sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y de ser respetuosos con el medioambiente.
Hacer el álbum fue muy divertido. El objetivo era hacer unos CD y llevarlos a distintas comunidades rurales de Guatemala para que los niños tuvieran música con la que bailar, divertirse y aprender.
Partiendo de tu experiencia personal, ¿qué les dirías a los niños que conociste aquí sobre la importancia de perseguir sus sueños?
Les diría que nunca abandonen sus sueños, que sueñen todo lo grande que quieran, pero que tengan siempre presente que es muy importante no abandonar la escuela, formarse, mantener la concentración y la disciplina, y seguir esforzándose en lo que hacen. Con todos esos ingredientes, nada es imposible.
Este artículo fue publicado originalmente en el número de junio de 2023 de la revista Rotary.